La mayoría de las fugas de información se producen en el puesto de trabajo y pueden ser ocasionadas por un fallo, un error o actos malintencionados. Por ello, el puesto de trabajo es un factor clave para garantizar la seguridad de la información y se deben adoptar algunas medidas esenciales para su protección tanto en soporte papel como en formato electrónico:
- Guardar los documentos en papel con información importante, sensible o confidencial en mobiliario que contribuya a su protección, como armarios con dispositivos de cierre, cajas fuertes o armarios ignífugos.
- Seguir una política de mesas limpias y guardar toda la documentación en lugar seguro al finalizar la jornada de trabajo.
- Destruir de forma segura la documentación que ya no sea necesaria.
- Utilizar contraseñas robustas que se deben mantener siempre en secreto. Usar métodos de autenticación multifactor como la autenticación biométrica es siempre aconsejable.
- Ser precavido al usar el correo y las redes sociales para evitar fugas de información, así como aprender a detectar los ataques de ingeniería social para prevenir que los atacantes obtengan información confidencial de la universidad o personal.
Este consejo ha sido realizado por: Juan Carlos Checa García-Carmona, coordinador del proyecto de Administración Electrónica y Responsable de Seguridad de la Información de la UCLM
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